24 de octubre de 2013

Celosías de madera en estas 80 viviendas de VPO en Salou

En las bases del concurso se pedía proyectar 80 viviendas de protección oficial en un emplazamiento situado en el extremo Norte de Salou. Planteado como una nueva trama urbanizada que se impone a los trazados agrícolas preexistentes, el nuevo lugar se origina a partir de grandes parcelas que contienen edificios aislados, dispuestos ortogonalmente. La normativa de planeamiento definía dos bloques iguales en la esquina de una de las manzanas y en contacto con el nuevo parque. 


Con una planta de 15x52 m, cada uno disponía de una orientación favorable al sol de la zona interior. Considerando estos antecedentes, en los que se cuestiona la porosidad y la interacción con el medio, y en los que se apuesta por un territorio más impermeable y de crecimiento rápido, la propuesta presentada por el Estudio de Arquitectura Toni Gironés plantea las preguntas en los espacios intermedios, en las transiciones, en los umbrales,… como puente o enlace para establecer continuidades y no estancamientos, intentando abrir significativa y conceptualmente los límites entre diferentes realidades.

Así, el proyecto propone un tejido con varias escalas de intervención, con un programa de vivienda social que desarrolle sus propiedades de relación, construyendo una arquitectura entendida como soporte y cercana a la realidad del usuario.


El resultado son diez viviendas por planta que se distribuyen en cada edificio de PB+3, de manera que girando tres hacia el testero y manteniendo siete alineadas a la calle se fragmenta el bloque en dos partes, planteando así las esquinas y las relaciones entre los frentes interiores y exteriores del conjunto habitacional. Un ligero talud separa las plantas bajas del terreno, permitiendo la entrada de luz y aire natural al aparcamiento. Es en este plano inclinado tapizado con madreselva, donde se planta un pequeño bosque de chopos para que, en verano, proteja del Sol de poniente y refresque el viento de Mistral habitual en la región. 

Los accesos, así como los espacios comunitarios, se proyectan como lugares de relación, zonas intermedias entre las viviendas y el espacio exterior. 


De esta forma se entiende la pasarela como un elemento de transición, donde una malla de acero corrugado responde con más o menos densidad a las necesidades del programa (barandillas, celosías, balcones, riego gota a gota…), pudiendo acoger colonizaciones vegetales que sumadas a los chopos, refrescaran unos espacios que por su orientación serán muy apreciados en las estaciones cálidas.


Una de las principales características de estas viviendas es que disfrutan de dos orientaciones opuestas y que plantean una secuencia transversal de espacios: pasarelas, viviendas y terrazas que las dotan de versatilidad y adaptación vinculadas al uso y a las circunstancias climáticas.

Por último, la propuesta se construye con materiales sencillos, económicos y de bajo mantenimiento, pero con cuidada disposición y ejecución. 

“Materiales que se muestran tal cómo son y que respondiendo a determinadas funciones, evolucionan en sincronía con el paso del tiempo, atendiendo a las condiciones de la arquitectura y aceptando que la potencia de la vida, lo imprevisto que deviene cotidiano, prevalece más que cualquier planificación prevista”




Más información: http://www.tonigirones.com/es/  http://www.promateriales.com/

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