20 de enero de 2016

Una peana de roble horadada como lugar de trabajo


Un lugar de trabajo inusual... La incorporación de árboles a un espacio arquitectónico es argumento común en multitud de proyectos, pero esta oficina aúna esta parte de la naturaleza con unas novedosas "burbujas" de trabajo.

La unión de dos compañías como Pons y Hout bajo una misma firma en 2006 requirió de un nuevo espacio donde situar las oficinas principales, siendo el lugar elegido un antiguo edificio industrial del s.XIX, posiblemente obra de Gustave Eiffel. El edificio cuenta con un gran espacio libre bajo una estructura metálica cubierta de vidrio, característica de la época que se configurará como un patio interior entorno al que girarán los espacios trabajo.


Una orgánica peana de roble a la altura de las mesas, se horada para albergar lugares de trabajo común y oficinas individuales para los nuevos quince ejecutivos de esta compañía. La separación es sólo espacial, los puestos se aislan mediante burbujas que vuelcan las vistas al patio principal. Mientras que cocina, aseos y locales técnicos quedan ocultos en todo su perímetro mediante puertas abatibles y correderas ensarasadas a la piel exterior, la sala de reuniones y la sala de descanso se sitúan bajo esta gran superficie de roble.


Estos lugares de estancia quedan recogidos en el nivel inferior de este núcleo de madera, visibles desde el plano superior, iluminados por mayores perforaciones del plano de trabajo de roble. Su posición rehundida respecto al nivel de acceso, genera la sensación de que entramos en una caja de escala doméstica, acogedora, que da lugar a los espacios de esparcimiento de la oficina.


Como requerimiento expreso de los clientes al equipo de arquitectos Christian Pottgiesser, 8 ficus panda se insertan como elementos principales entre los puestos de trabajo, otorgando así al espacio la calidez doméstica de un patio. Ocupan 18’30 m² del espacio central de la peana con sus raíces, las cuales se anclan a la base junto a las áreas de instalaciones.


Estos quedan rodeados por una lámina de agua y los puestos individuales, otros elementos característicos de esta inusual oficina. Los puestos se recogen en burbujas de plexiglás de un diámetro de 1’80 m, que recuerda de un simple vistazo a las antiguas cabinas telefónicas, y que sigue permitiendo la conexión visual en toda la oficina, dejando la cara superior de madera como un espacio común. 
Las formas curvilíneas sobre la peana generan un recorrido serpenteante para trabajadores y visitantes entre los puestos de plexiglás, la lámina de agua y los árboles. La superficie de madera, con unas dimensiones de 22x14 m y 1’7 m de altura se conforma con paneles acabados con chapa de madera de roble que revisten la estructura metálica de soporte. 


Gracias a la amplitud visual, la oficina no dispone de hall o recepción, los usuarios localizan a quién quieren ver desde un primer momento y se dirigen a ellos fácilmente siguiendo el recorrido perimetral que recorre todo el patio.


Mas info aquí.
Entrada creada por Grupo GUBIA.

1 comentario:

  1. La decoración es como un reflejo de estar entre la naturaleza y lo moderno. !Muy integrador y apto para todo el mundo!


    "Vivo en mundo libre bajo una sombrilla"

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