Hoy vamos a hablar del primer ejemplo de arquitectura contemporánea en Argelia del siglo XXI, la Embajada Británica, un edificio diseñado por John Mcaslan&Partners con un excelente comportamiento medioambiental al que contribuye en gran medida una preciosa celosía de madera.
El proyecto se erige como un espacio respetuoso con el medio ambiente y la tradición, trabajando especialmente en contraste con la residencia histórica del Embajador, de marcado carácter colonial. La fusión de influencias culturales es clara, los precedentes históricos argelinos se expresan en claves modernistas en este edificio.
Uno de los elementos claves del proyecto y más notorio en el paisaje es la impresionante celosía de madera que separa la Embajada de la residencia del embajador. Unas piezas de más de 6 metros de altura, que se torsionan como si quisieran tocar el cielo. El juego de luces que se crea al reflejarse la luz sobre las caras de la madera giradas entre sí proporcionan bellos contrastes de color, a la vez que una fabulosa protección solar.
Las piezas, de madera tropical brasileña con certificación FCS, son sometidas a la acción del vapor por Michael Berringer, un experto en madera de la zona, para lograr su curvatura y torsión. La celosía contribuye a suavizar la necesidades de seguridad tan importantes en un edificio de este tipo.
Hemos hablado de celosías de madera en muchos de los proyectos recogidos en nuestro blog, es uno de los sistemas de revestimientos de fachada más utilizados para crear filtros de luz entre el interior y el exterior. Mediante la separación de las lamas se protege el interior del sol y se consiguen interesantes efectos de luces y sombras, creando llamativas fachadas cuando de noche la luz interior se cuela por estos intersticios. En este caso la celosía de madera va más allá, su original forma torsionada tensiona la propia fibra de la madera y juega con ella y su grano para crear un objeto único.
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