Cada verano la Serpentine Gallery, en los jardines de Kensintong, acoge muestras de afamados arquitectos; pabellones temporales que acogen variados programas culturales: charlas, proyecciones de películas... La madera juega un papel fundamental en muchos de ellos, como en el que hoy os presentamos.
Hablamos hoy del pabellón de Barkow Leibinger, un proyecto del año pasado que recuerda como casi todas las ideas pasan por el lápiz.
La intención de Barkow Leibinger era que todos los lados del pabellón fueran visibles, para lo cual compuso un alzado continuo que se transforma a medida que se orbita entorno a él. El edificio muestra distintas composiciones onduladas según desde el punto del parque desde el que se mire. Igualmente desde el pabellón se pueden contemplar diversas panorámicas del parque.
El dibujo de la planta del pabellón se concibe como una serie de líneas onduladas continuas que constituyen las bandas y que recuerdan a un dibujo de contorno, o "el acto de dibujar una forma sin levantar el lápiz del papel".
El pabellón está compuesto por unas estructuras metálicas curvas que se revisten con tableros contrachapados de pino, a ambos lados. La base y el material de revestimiento contribuyen a las sinuosas formas del resultado, a la geometría en bucle de la estructura.
El tablero contrachapado, por su propia composición de chapas entrecruzadas, posee un excelente comportamiento ante la humedad relativa del ambiente, sus escasos movimientos de contracción y dilatación lo hacen idóneo para este uso.
El tablero contrachapado, por su propia composición de chapas entrecruzadas, posee un excelente comportamiento ante la humedad relativa del ambiente, sus escasos movimientos de contracción y dilatación lo hacen idóneo para este uso.
El montaje resultó rápido y sencillo, sobre la estructura los tableros se atornillan como una piel que se acopla a un esqueleto.
¿El resultado? Un elemento cálido que cobija distintas actividades, un espacio que te envuelve y en el que es fácil dejarse envolver, una delicia para los sentidos.
Fotografía: Iwan Baan, Ina Reinecke
Entrada creada por Grupo GUBIA
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