La sombra de una pérgola de madera

“La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz (…)” 

“Nuestros ojos están hechos para ver las formas en la luz y la luz y la sombra revelan las formas” 

¿Y si estas palabras de Le Corbusier se filtran por el tamiz de una pérgola? 

Por definición, una pérgola es un elemento arquitectónico y estructural, conformado por un corredor flanqueado por columnas verticales (denominadas pilares) que soportan vigas longitudinales (durmientes) que unen las columnas de cada lado, y otras transversales apoyadas en las anteriores (cabios). Esta definición encierra proyectos de todas formas tamaños y latitudes, acercando en un mismo elemento el carácter arquitectónico global.

Pero hablar de pérgola es también hablar de cobijo, de abrigo en la intemperie, de lugar de reunión. Una fina transición entre interior y exterior que nos proporciona lo mejor de ambos sitios. Este elemento arquitectónico ha evolucionado sorprendentemente hacia el diseño. 

Distintos tipos de especies de madera, diferentes formas de ensamble, disposición de piezas... hacen hoy día que una pérgola sea capaz de hacer insólita una terraza, un recorrido, una instalación; que se convierta en denominador común de proyectos de naturaleza muy distinta.

Aún con una evolución vertiginosa, la madera se reafirma como material indiscutible en la concepción de pérgolas. La versatilidad de esta estructura aunada a la naturaleza de la madera, han asentado y potenciado el crecimiento de esta icónica estructura.

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