Hace poco hablamos sobre la personalidad de una fachada de madera, hoy les completamos la nota con un tour completo de viviendas familiares que apuestan por el uso de la madera tanto en sus fachadas como para sus espacios interiores. Proyectos de gran calidad arquitectónica que han sabido resolver a través de la materialidad las necesidades de las familias que los habitan.
Para comenzar, nuestra primer vivienda, la casa BTR de DaDal Architectes. Ubicada en Bruselas, Bélgica, la residencia entre medianeras cuenta con mas de 200m2.
La fachada del conjunto refleja la funcionalidad de los espacios interiores, en ambas fachadas se destacan grandes planos acristalados y revestimiento de madera de cedro rojo. Dicha materialidad fue seleccionada para resaltar la estructura de madera.
La riqueza arquitectónica del proyecto se debe gracias a que los espacios se articula a través de la secuencia de entreplantas, las cuales se entrelazan e integran gracias al singular mobiliario de madera. El mobiliario permite organizar los espacios, la intimidad se crea gradualmente mediante el aumento de niveles.
El segundo proyecto que queremos destacar se encuentra en Chile, la casa El llano, del arquitecto Rubén Muñoz, emerge de la naturaleza y nace bajo el concepto de recuperar la construcción "humilde" rememorando a las anónimas construcciones de madera al sur de Chile. El arquitecto la describe como de "grado cero" e intenta reconstruir los imaginarios de la memoria de sus habitantes.
La fachada de madera se compone por tablas apiladas en tinglado horizontal de madera al carbolíneo, gastada y vieja, el oscuro revestimiento negro del exterior contrasta con el claro de los interiores. Rodeada de un pequeño bosque sin domesticar, la vivienda genera una gran conexión interior-exterior gracias a las grandes superficies acristaladas.
La austera construcción se estructura mediante carpinterías y cerchas de madera de pino, construida por un maestro carpintero local. Los interiores de madera machihembrada al albayalde reflejan la luz cenital de las aberturas superiores, donde la luz rebota en las tablas de pino de su entablado vertical teñido de blanco. valorando los gestos y objetos cotidianos de la vida doméstica.
Por último el proyecto de estudio uruguayo Tatú Arquitectura, reconvierte una construcción abandonada en una casa refugio, la vivienda Maldonado mantiene la estructura original pero recubierta por una membrana exterior de madera liviana y fácil de montar. Dicho envoltura recubriría la estructura existente y amplificaría el uso con nuevos programas anexos, liberando el espacio y adquiriendo sensación de amplitud con mayores superficies limpias y plenas.
Hay una fuerte conexión con la casa y el terreno circundante, el cual conserva la vegetación local poniendo en revalorización la identidad y carácter del paisaje.
La fachada de madera, se compone de tablas verticales. En el acceso las tablas se separan y general un pequeño tramo de celosía, jerarquizando la entrada.
El uso de la madera en los ambientes interiores aporta gran calidez a la vivienda. El espacio se articula en base a un muro equipado que contiene la cocina, despensa y el escritorio. La flexibilidad del espacio permite crear a su vez un espacio de trabajo, lo que le permite al inquilino operar a modo home office. Se genera un entrepiso de madera sobre el comedor, que contiene una sala de descanso con cama y espacios de armario.
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