En nuestra publicación de hoy, compartimos detalles clave sobre un proyecto del estudio Groosman architecten: el estacionamiento Park and Ride en Driebergen-Zeist, Países Bajos. Aquí brindamos una visión detallada de la integración de tecnología, sostenibilidad y funcionalidad, con un enfoque particular en el innovador uso de la madera en este proyecto arquitectónico...
La elección de la ubicación para el proyecto no fue fortuita. El estacionamiento se integra cuidadosamente en su entorno natural, rodeado de vegetación, con un diseño que mantiene su volumen tan reducido respetando las 582 plazas de estacionamiento. La forma redondeada del edificio se adapta perfectamente al área siguiendo el lenguaje visual de materiales naturales y líneas ondulantes.
El compromiso con la sostenibilidad es evidente en cada rincón del proyecto gestionado por Continental Car Parks en el diseño del inmueble. La construcción se ha realizado utilizando materiales sostenibles de bajo mantenimiento que envejecen de manera natural, brindando encanto al edificio. La elección específica de listones de madera y piedra natural en los gaviones se integra perfectamente con el entorno paisajístico, ofreciendo una experiencia visual cohesionada en toda la estructura. Las contraventanas únicas en cada planta proporcionan vistas panorámicas de los alrededores, enriqueciendo la conexión del edificio con su entorno.
La fachada del edificio, estructurada con persianas, refleja la meticulosa atención dedicada al diseño. La escalera principal, cuidadosamente concebida, adquiere una importancia especial debido a su ubicación estratégica. Tanto los visitantes del aparcamiento como aquellos que transitan por la plaza de la estación tienen acceso a este vestíbulo de entrada, convirtiéndolo en un punto de vista destacado. La escalera, que se extiende más allá de la línea de construcción de la fachada, refuerza la visión general, la transparencia y el reconocimiento. El juego distintivo de los listones de la fachada se integra de manera armoniosa en el interior donde la utilización de un vacío permite la visibilidad de todos los pisos.
Destacando aún más la singularidad del diseño, la escalera que conecta el piso térreo con el primer piso sobresale obstinadamente hacia el vestíbulo de entrada. Este detalle específico hace referencia a las luces de escalera características de las diversas casas de campo de la zona, añadiendo un toque distintivo que conecta el edificio con la rica tradición arquitectónica local. La fusión de paneles de madera y cristal, junto con las celosías abiertas, rompe la escala del edificio.
La madera utilizada proviene de fuentes sostenibles, y el proceso de desmontaje y re-ensamblaje se ha optimizado para reducir la huella ecológica. La elección de materiales de bajo mantenimiento, junto con un concepto de energía y mecánica que busca ser neutral en carbono, coloca este estacionamiento en la vanguardia de la arquitectura sostenible.
El proyecto va más allá de ser simplemente un estacionamiento; desafía la noción convencional de "objeto" arquitectónico. Groosman busca constantemente materiales alternativos y formas innovadoras, destacando la importancia de la evolución continua en la arquitectura y la exploración de límites creativos. Características como la disposición de las rampas, la conexión visual con la estación y la incorporación de luz y espacio contribuyen a crear un espacio seguro, amigable y cómodo en una convergencia de tecnología, sostenibilidad y reconfiguración espacial.
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