Hace unos días descubrimos gracias a unos compañeros el estudio de los arquitectos Turnbull Griffin Haesloop que realizan bastantes proyectos con madera. Hoy os mostramos una casa en California situada en una ladera volcada hacia las espectaculares vistas del Monte Tamalpais y la Bahía de San Francisco.
En el interior, un revestimiento de madera de Iroko consigue crear un ambiente muy agradable y acorde con el entorno que lo rodea.
Un muro de contención curvo sigue el contorno de la ladera y ancla la vivienda al escarpado entorno. Parte de la casa se excava en la montaña uniendo visualmente la vivienda con el terreno.
Las cubiertas de la sala de estar, cocina-comedor y dormitorio principal se inclinan, levantándose por encima del terreno consiguiendo ventilación cruzada por medio de unas ventanas superiores y la captación de energía solar a través de paneles solares para el agua caliente.
El proyecto cuenta con otros sistemas de ahorro energético como calefacción activa y pasiva o un aljibe para la gestión del agua de escorrentía
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