El estudio japonés Sinato ha reformado este apartamento de 25 años de antiguedad en Tokio utilizando muebles y revestimientos de madera en tonos muy claros e introduciendo como elemento principal una división de madera que recorre todo la casa y va transformando los distintos espacios de la misma.
Una única pared de madera que simula una "fachada" interior, recorre la vivienda desde su acceso hasta la zona de relax y tatami. A través de toda su longitud, esta partición va asignando a cada área su propio carácter en relación con la forma en que será ocupada por sus habitantes. En función de las distintas aberturas que se practican en esta "fachada" se van generando espacios individuales o colectivos con más o menos intimidad.
La entrada, que en el estado previo resultaba oscura y poco acogedora, se convierte ahora en un lugar bañado por la luz natural gracias su apertura a un espacio previo al dormitorio definido por una serie de armarios que delimitan las tres zonas pero a la vez permiten que la luz pase de unas a otras.
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