17 de octubre de 2016

Madera de Azfelia en la Casa de té Boa Nova


¿Qué arquitecto o estudiante de arquitectura no ha deseado viajar a Oporto y visitar la Casa de Té Boa Nova de Álvaro Siza? Os aseguro que por muchas fotografías, plantas o textos que había visto y leído, no imaginaba la sensación de estar allí, de ver ese clásico de la arquitectura con mis propios ojos, de ratificar cómo un edificio puede fundirse con el paisaje de esa forma, de examinar cada detalle, cada encuentro, cada solución y cómo no... de sentir la madera al borde del mar.



Es uno de sus primeros proyectos, ubicado entre los acantilados junto al mar de Matosinhos, muy cerca de donde el propio arquitecto se había criado.. Una zona influenciada por las formaciones geológicas, las mareas, la flora, donde el maestro materializa su arquitectura en completa armonía con el paisaje, inmersa en el macizo rocoso con total respeto a la cercana ermita, el lejano faro, la costa y el mar. Una obra que junto a la de las piscina de  Leça da Palmeira protege y construye parte del paisaje de este trocito de Atlántico.


Muy próxima a la avenida principal, el acceso se realiza a través de una explanada de aparcamiento, que cuenta con escaleras para subir a la zona donde se sitúa el restaurante. Desde lejos llaman la atención las cubiertas contrapuestas que componen el volumen de la edificación y su blanca y escultórica chimenea. Sumergidos en el terreno y casi imperceptibles quedan la cocina y áreas de almacenamiento.  


Al acercarse, el angosto espacio que queda bajo el vuelo de una de las cubiertas, con unas bonitas vigas y tablazón de madera, se convierte en el acceso principal, desde donde _gracias a unas aberturas estratégicamente dispuestas_ es posible ya ver el mar a través del edificio.


Una vez dentro, la madera de afzelia se hace presente en cada rincón. Techos, suelos, muebles y cantidad de detalles se resuelven con esta especie de madera, una madera dura y estable de origen africano que Siza usó en muchas de sus primeras obras.


A través de una escalera también de afzelia se accede a la planta inferior, donde se sitúan dos salones con magníficas vistas al mar. En ellos pilares de hormigón visto, muros cubiertos de yeso y la madera vuelven a ser los materiales recurrentes.


El salón principal posee unas enormes cristaleras que pueden bajarse y esconderse en el suelo, de forma que la terraza exterior y el salón se funden en un único espacio que se apropia del mar. La continuidad en el techo interior-exterior acentúan esta sensación de estar casi en el océano.


En el otro salón, el que da al oeste, los ventanales de madera se asientan en una base de hormigón que parece emerger de la propia roca, nuevos ventanales que trasladan al comensal al mar.

Detalles decorativos wrightianos hechos en madera están presentes en cada rincón del proyecto.


Después de una marejada, La Casa de Té Boa Nova tuvo que ser totalmente restaurada en 1991 pero puedo afirmar que la restauración conserva el sabor y todas las características del proyecto original, de todas esas fotos que a lo largo de los años había visto en libros y revistas. 

Actualmente la renovada Casa de Chá es el restaurante del chef Rui Paula. La asociación de arquitectos de Oporto, conocida como la Casa de Arquitectura organiza tours y visitas guiadas al edificio a las horas de cierre del negocio. Pero... ¿Qué mejor plan que deleitarse con dos de los mayores placeres de la vida,  la cocina de autor y una sutil arquitectura? 


Tuvimos la suerte de conseguir una reserva para cenar en familia y os aseguro que tanto los mayores como los pequeños disfrutamos de una fabulosa comida, una cena en la que no nos faltó un detalle qué repasar ni grabar en nuestras memorias.

¿Os animáis a visitarlo? Nosotros volveremos en cuanto podamos. 

Entrada creada por Grupo GUBIA

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