3 de noviembre de 2018

La madera, un motor para el mundo rural


¿Por qué hablar de desarrollo rural acaba convirtiéndose en sinónimo de turismo rural? ¿Por qué no vamos más allá?

Los pueblos-museo, pueblos-resort o pueblos-restaurante están a la orden del día en toda la geografía española y, aunque bien es cierto que contribuyen a la prosperidad económica, en muchos casos lleva pareja la pérdida de identidad de los propios municipios. Se centran en el turismo urbano en detrimento de las actividades económicas tradicionales u otras nuevas que podrían contribuir a revitalizar estas zonas, sin ser relegadas a mostrarse en épocas vacacionales cómo elementos del pasado.


Gracias a las nuevas tecnologías y la red de transporte actual, las zonas rurales se encuentran mejor comunicadas que nunca y, a pesar de que aún queda mucho por trabajar en esta dirección, la posibilidad actual de deslocalizar el trabajo pudiendo trabajar online etc... podría ser una de las soluciones a la desoladora situación que sufren las zonas rurales en España.

En un mundo cada vez más urbano, la madera supone uno de estos puntos de inflexión que debemos tener en cuenta para lograr un desarrollo rural sostenible, que cuide el medio ambiente y contribuya a la viabilidad económica de los núcleos rurales.


España, con una superficie forestal de 27,7 Mha, ocupando más de la mitad de su territorio, se posiciona cómo el segundo país con mayor superficie forestal de Europa, tan sólo por detrás de Suecia. Podemos decir por ello que contamos con un país muy rico en bosques pero no parecemos estar concienciados con ello, no prestamos atención a la riqueza de los mismos, ni a nivel ecológico ni a nivel económico.


Desde el punto de vista económico, la proximidad de la materia prima y el menor precio de las infraestructuras son una ventaja competitiva de las zonas rurales respecto a las grandes ciudades que, deberíamos fortalecer mediante un aumento de la inversión que potencie la competitividad de las pymes del sector.

Por otra parte, la explotación forestal implica directamente el cuidado de los montes, lo cual supone un impacto positivo a nivel medioambiental, sirviendo como ayuda a la reforestación mediante plantaciones, contribuyendo a combatir la desertificación y favoreciendo la limpieza forestal. Todo esto ayuda además sustancialmente en la lucha contra incendios, pues rara vez los peores incendios se producen en montes cuidados y trabajados.


Finalmente, toda actividad económica lleva aparejada la creación de puestos de trabajo que será la única forma real de fijar población en estas zonas. El aumento de la población desencadenará un aumento de la demanda de productos y servicios ayudando a la reactivación de la economía de una forma sólida y viable. 
¿Qué, apoyamos juntos la causa? 

Entrada creada por Grupo GUBIA


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