En este nuevo post os vamos a hablar sobre el impacto positivo que tiene en la salud convivir con un material cómo la madera. A la hora de hablar de salud podemos diferenciar dos vertientes: por un lado, lo concerniente al estado físico y por otro, la salud entendida como bienestar mental. Pues bien, en ambos casos encontramos en la madera un aliado saludable.
En primer lugar, basándonos en un artículo publicado por AEIM, apoyado en un estudio realizado por la Universidad de Columbia Británica y FP Innovations, podemos afirmar que hay relación directa entre los espacios con madera y la salud humana.
En dicho estudio, mediante diferentes experimentos realizados en espacios revestidos con madera y en otros materiales se llegó a la conclusión de que la presencia de superficies visuales de madera en una habitación logran disminuir la actividad del sistema nervioso simpático (SNS), que es responsable del estrés fisiológico en las personas, de manera que podemos decir que la madera ayuda a reducir los niveles de estrés.
Para evaluar el confort de las personas, también es muy importante la conductividad térmica, los objetos con superficies más frías se perciben como desagradables, reduciendo la sensación de confort. Por esta razón, dada la baja conductividad térmica de la madera, nos encontramos ante el mejor material para tener un entorno que nos ofrezca confort y bienestar.
A parte de esto, el estudio en cuestión también concluyó que al convivir con la madera el ser humano se siente integrado en un espacio más natural lo cual le lleva a tener una menor percepción del dolor, ser capaz de prestar mayor atención, ser más creativo o reducir sus niveles de ansiedad y agresividad logrando mejores relaciones interpersonales; además, en entornos laborales se identificó un menor número de bajas en los empleados.
Por otra parte, centrándonos ya en la parte física, se antoja muy importante la condición de material higroscópico que tiene la madera - capacidad de absorber y regular la cantidad de humedad - éste resulta un factor clave ya que la reducción de humedad en el ambiente ayuda a las vías respiratorias y reduce el riesgo de irritación de las membranas mucosas. Además frena la aparición de gérmenes que proliferan con mayor facilidad en ambientes húmedos.
Su porosidad también lo convierte en un buen aislante tanto a nivel térmico, ayudando a reducir los cambios bruscos de temperatura; como a nivel acústico, reduciendo ruidos y evitando la reverberación cuestiones que favorecen la relajación otorgando una mayor sensación de confort.
Finalmente, sus propiedades mecánicas hacen que tenga una gran capacidad para absorber los impactos convirtiéndose en un material ideal para los pavimentos deportivos ya que realizar ejercicio físico sobre esta superficie reduce considerablemente el número de lesiones con respecto a otros materiales empleados.
Teniendo en cuenta que vivimos en un mundo urbano cada vez más alejado de la naturaleza y valorando los aspectos de los que hemos hablado a lo largo del presente artículo, parece una gran idea rodearse de madera y así, al menos, llevar la naturaleza a nuestro hogar o a nuestro centro de trabajo haciendo nuestra vida un poquito más feliz.
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