El nombre de este restaurante de Melbourne hace referencia a la famosa
carrera ciclista París-Roubaix conocida como El Infierno del Norte y que
realiza su recorrido por calles de adoquines de piedra azul. Haciendo
referencia a estos, en el proyecto se usan cientos de antiguas piedras
azules de Melbourne.
El restaurante está situado en un hotel del siglo XIX y en su interior
los arquitectos han buscado reflejar la relación entre los espacios para
comer y lo que se consume dentro de ellos. La imagen de una prensa de
vino francés es el resultado de su búsqueda, que se traduce en múltiples
detalles de madera en los que se presta especial atención al acabado,
los colores y la textura. Las envolventes de las mesas son el más claro
ejemplo de esta referencia, aparecen como contenedores en bruto que
albergan un contenido refinado y valioso.
En cuanto a materiales, la calidez de la madera se mezcla con el latón pulido o el acero ennegrecido
y en la zona destinada a cenar de forma más íntima se forma un interesante contraste entre
la madera y el azul de fondo de las paredes. Una superficie formada por
listones de madera como si de un tejido se tratase envuelve esta nueva sala separada de la zona más antigua del local.
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