Cualquier madera colocada al exterior sufre a lo largo de su vida útil
los efectos del agua y el sol, dos de los principales fenómenos que
contribuyen a la degradación de la misma y que a su vez generan
movimientos de contracción y dilatación importantes en la madera.
Conocidos estos efectos, la elección del tipo de madera, el diseño y su
acabado son las claves para conseguir una puerta de madera de exterior
estable y que mantenga no sólo sus características mecánicas sino
también estéticas a lo largo del tiempo.
Maderas tropicales como el iroko, el ipé o la teka son maderas con una
gran durabilidad natural que resuelven además el posible ataque de
insectos; lo cual no quiere decir que no puedan emplearse otras maderas
frondosas o incluso coníferas, pero siempre con su tratamiento previo para su uso en ambiente exterior.
Four Corners Construction / Furman + Keil Architects
Respecto al diseño, han de tenerse en cuenta un par de aspectos: evitar
la acumulación de agua que pueda contribuir a la pudrición de la madera
(siendo en este sentido preferible el uso de piezas o duelas colocadas
en vertical que en horizontal) y favorecer el movimiento natural de la
madera para lo cual en el caso de puertas realizadas con una estructura
interna y acabadas con duelas de madera maciza, es importante conocer
los coeficientes de contracción y dilatación de la madera en cuestión
para diseñar el tipo de machihembro entre las piezas y en el caso de
puertas macizas han de usarse tableros alistonados encolados con cola
de resorcina o tablas fresadas unidas entre sí por lambetas que permitan el
movimiento.
Respecto al acabado de las puertas de madera de exterior lo más
recomendable son los lasures, ya que su posterior mantenimiento es
sencillo no requiriendo para volver a lasurar el lijado previo de la
puerta sino simplemente una limpieza con agua a presión. Estos lasures
pueden ser incoloros o incluir pigmentos que tiñen la madera, mientras
más oscuro sea el pigmento mayor es el efecto de la fotodegradación.
Puerta de entrada a medida. Grupo Gubia
Alroy Hazak Architects / Grunsfeld Shafer Architects
No es recomendable el uso de barnices debido a que estos acaban resquebrajándose por efecto de los cambios de temperatura y además su mantenimiento requiere del lijado completo de la puerta antes de su nueva aplicación.
No es recomendable el uso de barnices debido a que estos acaban resquebrajándose por efecto de los cambios de temperatura y además su mantenimiento requiere del lijado completo de la puerta antes de su nueva aplicación.
En el caso de puertas de madera de
exterior lacadas en tonos lisos, es preferible no usar colores demasiado
oscuros que sufran mayor deterioro e imprescindible el uso de lacas especiales.
Steven Hall Architects
Echauri Morales
Cualquier medida adicional que sea tenida en cuenta a la hora del diseño, la orientación a la que esté colocada la puerta de entrada, un posible vuelo de protección, etc. contribuirá al mantenimiento futuro de la misma.
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