Esta casa de madera situada en Japón y realizada por el arquitecto
Kazuhiko Kishimoto se organiza entorno a un patio central y es un
ejemplo más, como gran parte de la arquitectura japonesa, del uso de
revestimientos de madera con los que se consiguen espacios más
acogedores y confortables.
La fachada exterior recubierta con un revestimiento de tablones de
madera colocados de forma vertical es prácticamente ciega, cuenta
únicamente con los huecos necesarios cómo el acceso y algunas pequeñas
ventanas de ventilación. La luz se introduce en el interior de los
espacios a través de las grandes cristaleras que vuelcan las estancias
hacia el patio central por donde tiene lugar también el acceso a la vivienda.
Como
contraste a la piel exterior, donde los revestimientos verticales son
de madera y la cubierta blanca, en el interior nos encontramos con
paredes blancas y suelos y techos de madera.
El uso de grandes paños
acristalados permite una relación directa entre interior y exterior,
generando una sensación de continuidad y espacio único potenciada además
por el uso en ambos de la misma tarima de madera maciza
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