Hemos crecido con el olor a madera impregnando el ambiente. Nos gustan los detalles y una buena comida en familia. Buscamos continuamente nuevas experiencias. Este fin de semanas hemos podido disfrutar de todo ello en un original restaurante, Mr Frank.
Los propietarios de este local en Madrid, llevan viajando por todo el mundo desde hace veinte años y ello se nota en la decoración de su establecimiento, que bien podría pasar por un espacio en el norte de Europa.
Dividido en dos zonas, la parte alta del restaurante es un espacio blanco y luminoso donde una serie de piezas de madera, dispuestas a modo de palés, cubren paredes y techos. Las acogedoras zonas que cobijan, resultan un lugar ideal para compartir un buen plato y una buena charla.
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El espacio resultante es una mezcla de estilo nórdico y vintage repleto de detalles, macetas que cuelgan de las paredes, lámparas cubiertas de césped, cabezas de toro en mimbre y sillas de variados colores...
La parte baja es una gran bóveda de ladrillo con el viejo sabor de los edificios antiguos de Madrid. En este espacio se superponen objetos de carácter industrial como los conductos vistos de aire acondicionado y extracción de humos, con objetos de tradición artesana, como la encimera de la barra configurada con piezas únicas de baldosa hidraúlica o el parquet industrial de roble del suelo.
Al final de la gran bóveda un reservado con capacidad para diez personas con una original mesa de madera recuperada de la antigua maternidad de O'donnell.
El parquet de roble cubre la escalera que comunica ambos espacios, donde unas lámparas de vivos colores confeccionadas a mano por artesanos colombianos con botellas de plástico reciclado cubiertas de material textil en color, cuelgan del techo.
En los baños, antiguas ventanas hacen las veces de espejo.
Me encanta, hasta las escaleras están cubiertas de madera, y los pales que cubren las paredes y los techos son geniales, hasta sirven para poder colocar macetas en ellos.
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