6 de noviembre de 2015

Divertirse comiendo entre madera



¿Habéis salido alguna vez a comer con niños en busca de un lugar apto para todos? No todos los restaurantes son cómodos para ir con los más pequeños de la casa, o bien molestan con sus juegos o bien han de hacerlo lejos de nuestra vista en espacios no siempre adecuados para ellos. Como solución... Fii Fun House.


Se trata de un restaurante cafetería situado en Argentina que nace como un espacio donde niños y adultos puedan disfrutar por igual. Una idea que a priori parece compleja, pero que la arquitecto portuguesa Iris Cantante consigue con ingenio en este proyecto. 


Para crear un espacio acogedor, cálido, que transmitiera calma pero que a la vez invitara al juego, Iris elige la madera como material predominante. La madera clara de guatambu _procedente de América del Sur_, da forma a todo el mobiliario a la vez que reviste espacios "reservados". El corcho _también local_, se hace presente en las zonas destinadas a los más peques, como material de protección y elemento de absorción del sonido. 


El programa, distribuido en dos plantas, alberga un salón de eventos en planta alta y zona de cafetería y zona de juegos en planta baja.

Cada espacio está pensado para el disfrute máximo de todos. Tres casas de madera _fun houses_ volcadas a fachada en planta baja, sirven de filtro entre muy variadas actividades. Espacios reservados a adultos y niños gozan de su propia intimidad pero sin barreras, miradas cruzadas entre mayores y pequeños dan paz y tranquilidad a todos.


Los espacios se adaptan a los distintos estados de ánimo, encontrando desde tradicionales mesas a otras que cuentan con sillas balancín o puff colgados para los más arriesgados. La primera casa que conecta visualmente exterior e interior está ocupada con una gran mesa para adultos.


Las otras dos casas están destinadas a los pequeños del lugar, una a bebés y otra a niños algo más mayores con ganas de aprender con juegos educativos, una mesa con lápices y puzzles incorporados y unos columpios de madera ayudan a dejarse llevar por la imaginación.


Cuenta también con pequeños nidos colgados de telas, donde los niños pueden "resguardarse" o balancearse, mientras que se sienten protegidos.


Estamos seguros que este restaurante no sólo gustará a los enamorados de la madera, sino a todos aquellos que habéis salido alguna vez a comer con esos pequeños inquietos a los que el juego les encanta. Para nosotros, es uno de esos sitios que deberían existir en todas las ciudades.

Entrada creada por Grupo GUBIA
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