Construida en la década de 1970, la edificación había sido originalmente diseñada por un arquitecto especializado en edificios de oficina, por lo que exteriormente poseía un carácter muy corporativo. Interiormente el uso tradicional de ladrillo y revestimientos de madera oscuros se sumaban a un gran problema de aislamiento térmico que hacía poco habitable la construcción.
La intervención de los jóvenes arquitectos comenzó con la renovación completa del interior y la búsqueda de soluciones al excesivo consumo energético del edificio debido a su escasa inercia térmica. En definitiva la creación de una construcción más sostenible.
Con un innovador sistema mecánico encargado de la recuperación del aire caliente y la re-distribuición del calor del aire "usado" alrededor de la casa, la construcción de paneles fotovoltáicos y la gran iluminación natural, se consiguió el deseado cambio energético de la vivienda.
Como contrapunto al ladrillo visto, para el interior se optó por texturas más claras, chapas de maderas cálidas como el roble y el olivo e incluso paneles lacados de blanco a juego con los blancos techos. Se prestó especial atención al mobiliario a medida, creando muebles adpatados a cada rincón y necesidades, muebles versátiles con un diseño limpio. La simplicidad llevada al extremo y la armonía dan como resultado un gran diseño.
La carpintería, diseñada al milímetro, cuenta con puertas lisas y enrasadas, de suelo a techo, en ocasiones con uñeros encastrados, en otras con largos tiradores realizados de la misma madera lisas. Carpinterías casi invisibles a la vista que juegan el mismo rol de simplicidad y elegancia de toda la intervención.
Diseño, sostenibilidad y armonía en tu hogas, ¿Qué más se puede pedir?
Fotografía: Richard Leeney y McLaren.Excell
Entrada creada por Grupo GUBIA
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