3 de noviembre de 2016

Una celosía de madera para Sunnyhills


Una carpintería bien hecha es aquella que no necesita de uniones metálicas, nada de tornillos ni puntas. La propia madera se trabaja y mecaniza para unirse entre sí de una forma que parece natural, mediante el propio encaje de las piezas,  ésta es la base de gran parte de la arquitectura japonesa y en ello se basa este proyecto.


Es Sunnyhills, una tienda dedicada a la venta del pastel de piña tan popular en Taiwán. El edificio, obra de Kengo Kuma y Asociados, está diseñado con forma de cesta de bambú y se basa en el sistema mixto denominado "Jiigoku-Gumi", un método tradicional utilizado en la arquitectura japonesa donde las piezas verticales y horizontales se cortan a 90º y se entrelazan formando una cuadrícula. 


En este caso el ángulo cambia y 5000 piezas de madera en una reducida sección de 60x60mm se combinan en 30 y 60º dando lugar a una fachada y techo de madera, un bosque de madera en medio de la zona residencial de Aoyama.




Este sorprendente método utilizado por muchos arquitectos asiáticos logra formar una fachada ligera que envuelve el espacio de tienda. Una estudiada composición que filtra la luz del día a través de estas piezas  de madera, creando efectos maravillosos. Los arquitectos llevan aquí el sistema japonés a su más abstracta expresión, consiguiendo a los visitantes sumergirse en la 'cesta de bambú' y formar parte del espectáculo sostenible.




La uniones metálicas sólo aparecen en la base, en el anclaje de esta retícula de madera al soporte de la construcción. 



Nos fascina esta arquitectura que se desmaterializa en una velada construcción, una piel de madera a modo de celosía que a pesar de su volumen consigue una completa transparencia entre lo que ocurre fuera y dentro. 

Entrada creada por Grupo GUBIA
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