Equilibrio y sencillez se funden una vez más, de manera intencionada, para concebir espacios únicos.
Hablamos hoy de la Casa Híbrida, proyectada por el estudio de arquitectura Studio Nolla, en Kagoshima, una isla del Pacífico con muchas horas de luz y una elevada humedad tropical. Los arquitectos han trabajado en ella con un nuevo sistema constructivo de madera, más resistente que el propio acero ante los desastres naturales tan frecuentes en Japón, y el equilibrio bioclimático de la propia vivienda.
Su nombre responde a dicho sistema que se beneficia de las propiedades estructurales y térmicas de su material principal, la madera.
Un sistema de vigas y pilares de madera laminada interior reparten las cargas a cerramientos formados por paneles de madera también laminada. El conjunto de paneles funciona como cuadro de soporte de cargas, pero a su vez de aislamiento térmico, revestimiento interior y cerramiento hermético, consiguiendo de forma sencilla una integración armónica y una optimización constructiva.
El entramado interior distribuye el programa de la vivienda, quedando este dividido en dos niveles: en planta baja los espacios reunión y encuentro y en la planta alta las estancias de descanso. Como elemento significativo y con función de pilar en la planta baja encontramos un tronco de ciprés japonés que perteneció a la familia, lo que dota al espacio en el que se encuentra de una energía que fluye en el tiempo.
El confort térmico del hogar está altamente conseguido mediante las técnicas pasivas de la construcción bioclimática. Cómo las construcciones tradicionales japonesas en madera, encontramos el edificio elevado por encima del terreno, con un forjado sanitario, dejando los paneles exteriores con aperturas para que el aire pueda circular libremente por debajo, alrededor y a través de todo el espacio interior. Estos canales de ventilación se complementan con la apertura en el techo que induce la renovación natural del aire fácilmente. La cubierta se compone de una doble capa con ventilación intermedia y barrera térmica. Esta última protege de la sobre exposición solar, muy alta en los meses de verano, que junto a la capa de ventilación, consigue que la temperatura interior sea siempre agradable.
La estructura está casi en su totalidad abierta para su inspección visual. Esto significa que cualquier filtración de agua, como la de un tejado con goteras, puede ser fácilmente identificada y arreglada.
Y por último resaltar como la madera cumple con todas las prestaciones del edificio, dónde por su ubicación geográfica es de suma importancia tener en cuenta la alta sismicidad y la frecuencia de tifones. Toda la estructura del entramado interior es particularmente flexible, y significantemente mas flexible frente a los terremotos. Junto con las aberturas de la envolvente permiten que los movimientos sean posibles y la energía del movimiento absorbida, ofreciendo la resistencia necesaria.
Esta vivienda es una célula que se autorregula en función de sus necesidades, gozando de una complicidad ineludible con el medio que la rodea.
¡Vamos encargando nuestro futón para disfrutar de ella...!!
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