28 de junio de 2017

Un queso gruyere recubierto de alerce


Ant house es una vivienda unifamiliar diseñada por mA-style en Makinohara, una ciudad en la costa de Japón. Los arquitectos fomentan la intriga desde la primera impresión exterior de la casa. Un cubo revestido de metal oscuro casi sin ventanas con una puerta de entrada, un envoltorio negro que hace de pantalla hacia las vistas exteriores.


Ant house se presenta como una caja de sorpresas. Cuando abrimos la puerta se presenta ante nuestros ojos un espacio que recuerda al queso gruyere, un espacio iluminado por perforaciones que atraviesan las dos pieles interiores de la vivienda. Una, pintada de blanca, la más interior, la envolvente del espacio central, la otra completamente revestida de madera de alerce, un auténtico intersticio en el que muebles, vestidores, escaleras... dotan de funciones este espacio generado entre la fachada y la piel interior.


El juego arquitectónico de huecos y cambio de materiales contribuye a un cambio radical en la percepción general, como si se tratara de un mundo secreto interior que se agranda con respecto al mundo exterior.
La casa, concebida para un matrimonio con tres hijos, es un simple rectángulo en planta, donde los arquitectos generan un espacio central interior a dos aguas en el que inciden entradas de luz y aire. Alrededor de este pequeño escondite se resuelven las demás estancias convirtiéndose en unos entretenidos pasajes en los que el alerce hace de protagonista.



Se planearon los espacios de forma ambigua, sin tabiques, aportando libertad al uso de las estancias. Se trazaron simples rectángulos revestidos con tableros contrachapados de alerce y se incluyeron puertas y muebles del mismo material.


En la planta baja se sitúan los espacios comunes más ruidosos y en la planta superior los dormitorios más tranquilos. Dejando el centro libre, se realizan unos armarios a medida abiertos en los muros perimetrales y revestidos en madera contrachapada del mismo material que las paredes y suelos,  que abarcan todas las funciones necesarias, cocina, camas...




Una casa llena de recovecos divertidos donde refugiarse y observar los diferentes espacios de la vivienda. Una casa para disfrutar como una gran sala de juegos. El aparente hermetismo del cubo exterior se abre y expande luz y aire por toda la vivienda.

Entrada creada por Grupo GUBIA

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