Harbin Ópera House, un gran bloque de fresno de Manchuria horadado

Superando la compleja tipología de una ópera, os mostramos hoy el proyecto para la Ópera de Harbin del estudio de arquitectura MAD, un proyecto inspirado en la naturaleza y salpicado de la identidad local, la cultura y el arte, y en este caso revestido interiormente de madera de fresno.

El edificio se encuentra ubicado en los humedales de Harbin en China, y surge a raíz de un concurso internacional de arquitectura en el que MAD resultó ganador por su maestría al fusionar la ópera, un centro cultural, y el paisaje que rodea las inmediaciones del edificio a lo largo del río Songhua. Un proyecto sorprendente por la conexión que se consigue entre el público y el exterior circundante.

El volumen parece esculpido por el viento y el agua, por la fuerza de la propia naturaleza, integrándose en la topografía de la zona de una manera tan natural que parece haber estado siempre ahí. En los días de nieve el edificio se funde completamente en ella.

En contraste con la fría piel exterior del volumen revestida con paneles de aluminio blanco y cristal, el interior, cálido y acogedor,  alberga un potente bloque de madera de fresno de Manchuria, curiosamente horadado por la mano de artesanos en íntima colaboración con tecnologías de última generación, emulando la suave erosión del viento.

"Vemos la Ópera Harbin como un centro cultural del futuro, un espacio público dramático que integra recursos humanos, arte e identidad de la ciudad, pero que de forma sinérgica se mezcla con la naturaleza que lo rodea", afirma Ma Yansong, fundador de MAD Arquitectos.

El ascenso a través de sinuosas curvas, resueltas en fresno se convierte en una preciosa visión escultórica del elemento, dando paso a paredes también de fresno que envuelven el escenario y el teatro principal. Las distintas zonas y palcos se muestran como suaves huecos horadados en el masivo volumen. Desde el proscenio hasta el entresuelo, el uso de la madera de fresno y la configuración espacial ofrecen una fantástica acústica en este espacio.

Tanto el teatro central como la sala más pequeña poseen claraboyas que conectan al espectador con el exterior, de forma que no sólo se convierten en entrada de luz natural, sino que enfatizan las relaciones visuales con el entorno. Los recorridos a lo largo de todo el edificio se basan en recorridos de la propia topografía del lugar, descubriendo el visitante en la cúspide un espacio de actuación abierto, que sirve además como una plataforma de contemplación.



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