4 de diciembre de 2017

Volúmenes de madera de haya que invitan a relajarse


Un diseño limpio y elegante, con un interior en madera, nos trae este salón de belleza de la ciudad de Osaka.
Cada vez es mas frecuente encontrar establecimientos dedicados al bienestar, la salud o la belleza, privados y públicos, un cuidado diseño donde los clientes pueden sentir el confort y la armonía, que favorece una mejor atención a sus necesidades. La madera como elemento natural y orgánico proporciona todas estas sensaciones convirtiéndose en una apuesta segura en estos espacios.


El ejemplo de hoy corre a manos del estudio de arquitectura japonés Tsubasa Iwahashi Architects. Este proyecto es fruto de la rehabilitación, una década después de la apertura original de la actividad y conserva la idea inicial, una vinculación directa interior/exterior, un vuelco directo y elegante de la actividad al espacio urbano.
Este salón de belleza se desarrolla linealmente. Su acceso principal, en fachada, coincide con el escaparate acristalado del edificio, un escaparate del salón a la ciudad y un foco de luz directo al espacio interior. El contorno poligonal de la fachada, con forma de tejado a dos aguas, se desvincula de la clásica imagen al contrastar con el juego de cajas interiores de madera que conforman los espacios y la apertura de uno de los aleros para dejar paso al crecimiento de un árbol. Podría considerarse éste un guiño a la simbiosis entre ambos elementos.


Un escalón de hormigón exento da paso al marco de entrada que levita sobre un espacio relleno de grava. La puerta de entrada, es el único elemento ciego en fachada, un elemento que convive con el mismo plano acristalado del escaparate. Tras el vidrio, se presiente la íntima relación que se disfruta en este singular espacio.
Una vez dentro, diversos volúmenes de madera de haya ofrecen calidez y confort al espacio necesario para relajarse. Aquí los elementos de madera,  diseñados y creados por y para pertenecer al lugar en el que se encuentran, contrastan con blancos planos de techos y paredes.  


Tanto el mostrador como las mámparas ciegas de madera que delimitan algunos de los habitáculos, han sido realizados con tableros contrachapados terminados en madera natural de haya. Éstos delimitan y dan paso a zonas diferenciadas de uso para los clientes, el salón se desarrolla de manera lineal, rodeado por las instalaciones de un pequeño aseo en la zona intermedia y una estancia para el café en el fondo de la sala. Pequeños muebles de madera a medida integrados, alojan las herramientas necesarias para llevar a cabo la actividad del salón de belleza.




La limpieza de las líneas no se pierde en ningún punto. La gente capta la belleza del espacio rápidamente, tanto dentro como fuera y tanto es así que este edificio se ha convertido en un icono de la ciudad;  la gente pasa por allí para tomarse una foto delante de este limpio y transparente escaparate. Originalidad en estado puro.


Entrada creada por Gubia.

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