Después de estos duros años de crisis y la reinvención a la que muchos compañeros de profesión se han visto abocados, dedicamos este post a la labor que han seguido haciendo los profesores de las escuelas de arquitectura. Su entusiasmo y vocación ha seguido alentando a nuevos jóvenes a creer en una arquitectura que habla por sí misma, una arquitectura que debemos escuchar, que nos guía en nuestro trabajo. Este proyecto de rehabilitación que hoy traemos es un ejemplo de ello.
La casa del callejón de menores 12, una casa patio toledana con un grado de protección P en el catálogo del Plan Especial del Casco Histórico de Toledo, es la protagonista de esta historia. Es el Consorcio de Toledo el que pide colaboración en 2010 a una recién creada Escuela de Arquitectura de Toledo, para que investigue la forma de evitar perder esta joya del patrimonio de la ciudad.
La intervención es admirable, un esqueleto de madera de conífera se integra en el edificio dejando al descubierto los estratos de siglos y siglos, muros de opus caementicium del s.I., algibe y fábricas medievales, yeserías, pilares ochavados y alfarjes policromados de los s. XVI-XVII...
El esqueleto de madera parte de la planta baja abrochando los pilares ochavados del patio. De él parten pilares y vigas con uniones empernadas, las pletinas metálicas internas de unión quedan ocultas. Cada elemento se inserta en el edificio antiguo respetando íntegramente su morfología, incluso las deformaciones ya existentes en el propio edificio.
Esta estructura de madera apuntala esta amalgama de materiales y consolida la edificación pero lo hace de forma que no oculta en ningún caso las propias “arrugas” del edificio, en contra de la rehabilitación convencional que busca un rejuvenecimiento falso, contra natura.
“ Después de estudiar a fondo los daños de la casa, propusimos una rehabilitación diferente al modo de proceder habitual. La obra de Menores es de cirugía poco invasiva. Es una obra alzada con los elementos constructivos que la rehabilitación académica desecha. Demostrando que la belleza también reside en otros lugares inexplorados. Los medios auxiliares, los apeos, las huellas del pasado y sus cicatrices, fracturas, cuarteados, parches, desplomes, las carpinterías humildes, el trazado visto de las nuevas instalaciones de confort, la ausencia de diseño, el “non finito”… son la materia constructiva de este proyecto.”
El proyecto, que fue presentado en la Bienal de Venecia de 2016 y cuya construcción finaliza coinicidendo con la graduación de la primera promoción de arquitectos de la Escuela de Arquitectura de Toledo, es realmente un laboratorio de ensayo de cuestiones relacionadas con el re-habitar que apuesta por la transformación de lo preexistente y como no... por la madera.
Más información aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario