3 de septiembre de 2018

Madera en la capilla de San Benedicto de Peter Zumthor

"Como en las iglesias antiguas, su forma expresa su sacralidad y se distingue a través de su forma de los edificios seculares… pero la iglesia parte de la tradición: está construida en madera, como las viejas granjas, se oscurecerá con el tiempo..." Peter Zumthor 


Como todos los años, aprovechamos parte de nuestras vacaciones para visitar buenos ejemplos de arquitectura construida con madera. Este año nos hemos centrado en Peter Zumthor, antes ebanista que arquitecto, un ejemplo del buen hacer, de la preocupación por el detalle, del maravilloso empleo de la madera en sus obras...

Volvemos a trabajar en nuestro blog compartiendo con vosotros imágenes e impresiones de nuestra visita a la Capilla de S. Benedetg, en Sumvitg, una de sus obras construida antes de ser conocido internacionalmente. 
El sutil edificio se sitúa en medio de los Alpes Suizos, convirtiéndose en una bella construcción más de madera de las que abundan en las enormes y verdes colinas y valles que, dominan la zona y que embriagan tus sentidos cuando viajas por este país. Las pequeñas y sinuosas carreteras que te conducen al lugar hizo que nos concentráramos tanto en la conducción de nuestra autocaravana que no viésemos las indicaciones al lugar, así que después de muchas vueltas encontramos el sendero que nos conducía a la capilla. 
Llegando a ella, pueden verse los restos de la original, una capilla barroca de piedra que fue destruida por una avalancha en 1984 y que dio paso a que Zumthor diseñara cuatro años después esta bonita construcción, un edificio muy distinto del anterior, absolutamente contemporáneo, que expresa un gran respeto por el lugar y el legado de la cultura local. 
Su característica geometría y su elegante construcción no deja indiferente a nadie a pesar de fundirse íntegramente con el paisaje. Su fachada está revestida con tejuelas de madera de alerce como muchas de las construcciones del lugar, mostrando sobre ellas el paso del tiempo. El color cambiante de las escamas de madera según rodeas el edificio contrasta con el perfecto hormigón de los escalones de acceso a la capilla.

Abrir la pequeña pero gruesa puerta de listoncillos de madera, con su cuidada manilla color bronce envejecido, recuerda a otra escala las pesadas puertas de un castillo medieval que esconden interesantes estancias, solo que en este caso la entrada conduce a un único espacio de recogimiento cargado de sutiles detalles. 
Cada elemento que descubres, por pequeño que sea, ha sido pensado para este lugar, el texto de recibimiento, la pila de agua bendita, el limosnero, las señales religiosas, el mobiliario de madera... Unos de metal y otros de madera han sido diseñados y fabricados con extrema delicadeza.
El espacio en sí invita a orar. Finos y esbeltos pilares de madera de pino local soportan una preciosa cubierta de madera con forma de hoja que, parece flotar sobre el sagrado espacio gracias a un lucernario perimetral superior que interrumpe los paneles de madera pintados en el color del titanio que cierran el perímetro ovalado de la construcción. 


La tarima del piso se retranquea respecto al perímetro dejando que las piezas verticales de madera se hundan un poco más, contribuyendo con ello a enfatizar su altura y a repetir en la base del edificio la forma de hoja de la cubierta.  
Los pilares de madera se arriostran con finísimas varillas metálicas a los tableros perimetrales, trabajando todo el conjunto al unísono.
El ritmo de los pilares de madera lo convierten casi en un revestimiento alistonado de madera. La luz que se filtra superiormente por el lucernario, crea un halo místico por encima de la escala humana, su reflejo sobre el verde metalizado de las paredes se mantiene por encima de lo mundano. 
El ritmo de la estructura de madera interior se refleja exteriormente tras la banda de ventanas que rodean superiormente todo el perímetro del edificio y que corona la superficie completa de tejuelas de madera que compone el revestimiento exterior de la capilla.
Atardeciendo el volumen del edificio se convierte en otra línea más del paisaje de colinas y valles del lugar. 

Entrada creada por Grupo Gubia






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