Una casa de madera envuelta en una piel de hormigón. Situada en Suiza, esta vivienda responde por un lado a los deseos de los clientes de vivir en una casa de madera y por otro a los condicionantes del lugar, los cuales llevaron a los arquitectos a revestirla de hormigón.
Un cálido y reconfortante interior de madera de alerce es envuelto por una
cáscara fría y tosca acorde con el entorno rocoso desafiante. La fachada
de hormigón se mimetiza con la roca de la ladera donde se sitúa la
casa.
Techos, paredes, suelos, carpintería, muebles... Absolutamente todo el
interior está revestido de madera de alerce al igual que el
revestimiento de lamas del patio interior y la tarima maciza exterior de
las terrazas.
La vivienda disfruta de unas excepcionales vistas gracias a grandes
huecos que se abren en el volumen prismático y a través de los cuales se
muestran al exterior los revestimientos de madera interiores.
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