16 de septiembre de 2013

Almazara Olisur

El estudio de arquitectura toma como punto de partida un volumen de arquitectura simple y rotunda, que reinterpreta alegóricamente las arquitecturas anónimas de los campos secano-costeros de la región de Chile donde se sitúa. Se posa sobre el terreno asomándose sutilmente con sus fachadas de madera y tonalidades que resaltan con la luminosidad del lugar. El cuerpo se mimetiza con la geografía y proyecta las líneas de árboles en sus fachadas.


Tanto de día como de noche, las formas simples del volumen principal cerrado son complementadas por un cuerpo menor de madera y vidrio que alberga las oficinas y servicios. La iluminación hace que sus fachadas cobren vida con distintas tonalidades entre luces y sombras que parecen nacer del entorno arbolado de la suave geografía del lugar.


Una de las principales decisiones fue el incorporar un sistema de piel envolvente del edificio cuya función sería mantener la estabilidad térmica del mismo sin sacrificar por ello las vistas desde su interior ni su diseño en general.
Alejándose del habitual muro monolítico, se plantean fachadas ventiladas como cerramientos exteriores compuestos, es decir, con un espesor que no está conformado por un lleno continúo sino por diversas capas. Trabajando como masa térmica, retrasa el traspaso de calor al interior en el verano y lo retiene durante el invierno.


Recubierto principalmente en madera, el edificio permite una continua ventilación cruzada, y a su vez se regula el enfriamiento de las fachadas vidriadas por medio de la evaporación desde el espejo de agua en el frente del edificio. Toda la materialidad del Complejo Industrial es biodegradable.

Fotografías: Cristóbal Palma, Guillermo Hevia
Más información: http://www.guillermohevia.cl/   http://www.cttmadera.cl/2008/10/09/planta-de-aceite-de-oliva-guillermo-hevia/  http://www.plataformaarquitectura.cl/2011/01/12/fachadas-ventiladas/

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