28 de mayo de 2015

Diseño y chapas de madera


La madera está cada vez más presente en nuestro entorno. Empleada en la fabricación de mobiliario y revestimientos transmite calidez, elegancia y personalidad, cualidades que no encontramos en materiales artificiales.

Las chapas son hojas finas de madera en torno a 0,6 mm de espesor, que se usan principalmente con fines decorativos, para revestir muebles y elementos de carpintería, o bien para la fabricación de tableros contrachapados. El hecho de que estas chapas sean de un espesor tan fino permite contar con una amplia gama de especies _acacia, cerezo, encina, coigë, fresno, caoba, mañio, nogal... _, que por su elevado coste sería difícil emplearlas como maderas macizas.


Para la obtención de las chapas se utiliza el corte por desenrollo, donde el tronco se coloca centrado en un torno y se desenrolla mediante una cuchilla, como si un rollo de papel se tratara. O bien el corte a la plana, en el que se hace un corte previo del tronco, y según la imagen de chapa deseada, los cortes serán longitudinales, tangenciales o radiales a una línea imaginaria que pasaría por el centro del tronco.


corte por desenrollo             corte a la plana

Según el tipo de corte de la chapa, así como el tipo de juntado de las mismas (en libro, en continuo, veta contrapuesta,…), las vetas de la madera y la imagen final será diferente en cada caso, así como las sensaciones que transmiten.

Dentro de la chapa natural de madera podemos encontrar:

Chapa lisa. En la que no se aprecia ningún tipo de veta de la madera, dando lugar a superficies tranquilas y neutras que se convierten en fondo de otros elementos de mayor protagonismo.


Chapa Rameada. El corte longitudinal y directo al eje del tronco crea el efecto conocido como rameado, en el que se muestran los dibujos de la madera. Según el cosido de este tipo de chapa se pueden crear revestimientos únicos y exclusivos.


Chapa Mallada o listada. Para obtenerla se trocea el tronco en cuatro trozas para después proceder al corte longitudinal de ellas. El resultado son vetas lineales más o menos paralelas. El giro entre sí de tableros acabados con chapas malladas puede dar lugar a interesantes efectos.

  
Chapas Rareza. Se extraen de partes singulares del árbol presentando veteados y colores especiales, que pueden resultado de causas naturales _situaciones climatológicas, selvícolas, …_ o accidentales _injertos, podas, roedores,…_ Pueden deberse también al envejecimiento del árbol, a la existencia de vasos gruesos, dimensiones de los anillos, textura, etc, siendo estas singularidades muy apreciadas por ebanistas y decoradores.

Entre las chapas rarezas podemos encontrar: lupias, verrugas, frisés, pomelés o raíces. Estas últimas se caracterizan por presentan una acumulación de nudos, de forma que su longitud de veta es muy reducida. Hay raíces de maderas muy cotizadas como el nogal, el olmo, el laurel...


Existen también chapas precompuestas, que son chapas obtenidas de forma artificial, pegando hojas procedente de desenrollo formando un bloque que luego se corta a la plana. Este tipo de chapas se emplea mucho en decoración cuando se busca una imagen final muy homogénea. Son chapas más económicas que las naturales, en las que realmente se pierde la personalidad de la chapa de madera. el tronco, así destacaremos una propiedad u otra.

  
Diferentes tratamientos aplicados a chapas comunes pueden dar lugar a chapas muy singulares y exclusivas que pueden emplearse en alta decoración buscando la imagen o marca de una firma. Podemos encontrar así:

Chapas Termotratadas. La chapa es sometida a tratamientos térmicos especiales, de forma que el resultado es una chapa coloreada en masa, con diferentes tonalidades y con la opción incluso de un efecto rústico.


Chapa envejecida. Se busca con este tratamiento el envejecimiento que tendría la madera de manera natural en el exterior. Se consiguen con ello tonos grisáceos no uniformes, dando un aspecto de años de exposición al sol y a los agentes climáticos. entiendo las vetas más vivas.

Chapas fumés. La chapa es sometida con este tratamiento a una reacción de los taninos naturales de la madera con diferentes agentes químicos, cambiando así su color original. El aspecto final es un ahumado que otorga a la madera un cierto brillo y efecto 3D, manteniendo las vetas más vivas.


También encontramos chapas con una textura especial procedente del propio corte de la chapa, como es el caso de las chapas rayadas.


Por todo esto, podemos decir que las posibilidades que el mundo de las chapas de madera ofrece son prácticamente ilimitadas. Conocer los condicionantes que determinan sus acabados ayudan a decidir qué métodos de corte o juntado nos pueden interesar.

Entrada creada por Grupo GUBIA


No hay comentarios:

Publicar un comentario