Os hemos hablado mucho de las grandes ventajas de un material como el bambú. Cada vez se utiliza más en nuestro sector como alternativa a otros elementos constructivos y esto, entre otras cosas, se debe a las cualidades y prestaciones que ofrece.
Su morfología, sus propiedades físico-mecánicas y la rapidez con la que crece hacen que sea un material resistente, duradero, ecológico y sostenible. Además, su ligereza, comportamiento y adaptación a entornos húmedos, así como las cualidades anti sísmicas que presenta gracias a su enorme flexibilidad que disipa parte de la energía generada durante los movimientos de tierra, han convertido al bambú en una de las materias primas por excelencia para la construcción de todo tipo de estructuras portantes, revestimientos u obras de bajo impacto ecológico.
Todas estas aplicaciones (entre muchas otras) tienen cada
vez más presencia en los países occidentales, pero dónde más acostumbramos a
verlas en su forma original –sin duda- en Asia, América u Oceanía, regiones en las que – por otro
lado- la planta del bambú crece en abundancia.
No es raro, por ello, que este material de tan buenas
cualidades y que ofrece tantas prestaciones haya servido para levantar refugios
y estructuras en todas estas áreas y que, a su vez, la forma en la que
técnicamente se ha ido manipulando, componiendo y uniendo entre sí haya ido
evolucionando. Aún así, en la mayor parte del mundo, este tipo de técnicas se
basa en ataduras o amarres. Es la
forma en la que, desde antiguo, una cabaña o una pieza realizada con bambú se
ha ido componiendo, y el proceso, claro
está, crece en complejidad a medida que el número y el tipo de piezas a
ensamblar aumenta y cambia.
Teniendo en cuenta todo esto nos parece interesante destacar los tipos tradicionales de ataduras y amarres de bambú que podemos encontrar:
De izquierda a derecha: amarres cuadrados y de aspas; unión con clavijas, anclaje de madera o anclaje metálico; viga de cuatro elementos, doble viga lateral y vigas dobles laterales.
Unión en cruz con pasador, unión lateral con pasador y clavijas y unión de esquina.
En definitiva, las posibilidades con bambú no sólo son casi infinitas en cuanto a sus aplicaciones, sino también muy diversas en la forma en la que unirlo, trabajarlo y tratarlo. Para ejemplo, este restaurante impresionante de Vietnan del que os hablamos en su momento en el blog y que muestra lo extremadamente complejas que pueden llegar a ser las uniones de bambú de las que os hemos hablado.
(Imágenes vía y vía)
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