14 de noviembre de 2016

Prismas de madera para la reverberación acústica


Os hemos hablado ya en otras ocasiones de formas combinadas con madera para reducir la reverberación del sonido y hoy volvemos con un proyecto basado en este concepto. Se trata de un centro deportivo proyectado por el estudio londinense Duggan Morris Architects.

El proyecto abarca la creación de una piscina, como parte de la ampliación de las instalaciones deportivas de la escuela de Alfriston School, construidas en 1980 en la localidad inglesa de Buckinghamshire, destinada a niños con dificultades de aprendizaje.



La ampliación conlleva también la creación de gimnasios, vestuarios y despachos administrativos, zonas propicias por su uso a un molesto nivel de ruido. Para paliar éste los arquitectos crean un espectacular techo prismático de madera, que se refleja interiormente en la lámina de agua de la piscina creando un dramático interior que hace las veces de absorbente de la reverberación acústica.

Exteriormente la envolvente también prismática consigue su armonía con las construcciones típicas del entorno donde predominan las cubiertas inclinadas. Esta envolvente se cubre con tablas de madera termotratada, que se orientan según las distintas directrices de los prismas aportando aún mayor volumen a la fachada. 


El edificio cuenta con una cubierta plegada de madera, formada por módulos _con la limitación dimensional de los camiones que permitían el transporte de los mismos_ compuestos por vigas de madera laminada arriostradas por paneles estructurales. 


La limpieza en los materiales es clara, sobre la base de hormigón una franja totalmente acristalada soporta la cubierta de madera. Unos finos pilares de acero soportan las cargas de la misma y las transmiten a los muros de contención de hormigón armado. Se elimina cualquier refuerzo transversal y se minimiza la estructura visual, dando lugar a la sensación de un espectacular techo flotante de madera, a la vez que se permite estar dentro disfrutando del paisaje exterior. 


Cada uno de los módulos, de 12 x 6 metros, fue construido en taller y montado en obra anclándose unos a otros mediante tornillería oculta con una limpieza de ejecución bellísima. La prefabricación modular constituye uno de los recursos más eficientes a la hora de acometer proyectos y el resultado final, en este caso, permitió que este proyecto fuera una de las 30 obras seleccionadas para los premios británicos de arquitectura en madera Wood Awards 2014.



"El techo crea un paisaje interior dramático visto desde la piscina y también sirve como un deflector acústico", explica el arquitecto Joe Morris



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