Tras las vacaciones, nos adentramos en un fascinante proyecto que combina la preservación del patrimonio arquitectónico con una intervención moderna y funcional. Se trata de la remodelación de Can Biel, una histórica construcción de finales del siglo XIX ubicada en All, en la Cerdanya, cerca de los Pirineos. La premisa de la intervención es clara: transformar esta edificación de muros de piedra en un conjunto de 4 viviendas manteniendo la esencia de la construcción original, pero adaptándola a los nuevos tiempos.
La edificación original, compuesta por muros de piedra de hasta 8 metros de altura y forjados en muy mal estado, presentaba grandes desafíos para adaptarla a los usos previstos. La altura libre y la estructura existente no eran compatibles con la división del espacio en viviendas. Sin embargo, la intervención parte de la premisa de preservar la volumetría original y reforzar la estructura para garantizar la seguridad y la funcionalidad.
Uno de los grandes aciertos de la intervención es el uso de la madera como un material que, por su naturaleza, resalta las diferencias entre la edificación original y la nueva intervención. Al adoptar un sistema de construcción en seco, con materiales "desnudos", el proyecto no solo reduce costes de ejecución, sino que también permite diferenciar los elementos originales de los nuevos. La madera se emplea en los acabados interiores, los forjados y las estructuras, haciendo posible que los elementos contemporáneos y tradicionales convivan de forma armónica.
Este enfoque permite que los nuevos elementos de madera se integren visualmente con el muro de piedra original, que se deja a la vista en la fachada norte. De esta manera, la madera contribuye a la creación de un ambiente de contrastes y armonías entre lo antiguo y lo nuevo, subrayando la memoria histórica del edificio mientras aporta un toque de frescura y modernidad.
Para los interiores, la intervención se centra en maximizar la sensación de amplitud y luminosidad, utilizando la madera no solo en las estructuras, sino también en la creación de dobles y triples alturas que aportan una fluidez espacial. Las aperturas originales se mantienen y se complementan con nuevas, de manera que la madera de las ventanas y marcos se combina con el paisaje natural circundante, extendiendo las visuales hacia el exterior.
Además, el uso de la madera en los acabados interiores no solo responde a un criterio estético, sino también funcional: los tabiques de madera y los forjados permiten una distribución flexible y eficiente de los espacios, adaptándose a las necesidades de cada una de las viviendas. Este tratamiento ligero de la construcción ayuda a reducir el uso de materiales pesados, sin comprometer la calidad estructural.
La remodelación de Can Biel es un ejemplo brillante de cómo la madera puede ser un material clave en proyectos que buscan mantener el equilibrio entre la preservación histórica y la innovación arquitectónica. El uso de la madera no solo garantiza la estabilidad de la edificación, sino que aporta una dimensión visual y ambiental que resalta el contraste entre lo antiguo y lo contemporáneo. Este proyecto demuestra cómo la arquitectura puede integrar tradición y modernidad, respetando la memoria del pasado mientras se adapta a las exigencias del presente y el futuro.
Entrada creada por: Grupo GUBIA
Fuentes: archdaily /© Sau Taller d'Arquitectura
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