
El Pabellón de Japón en Expo Osaka 2025, diseñado por Nikken Sekkei, no solo es una estructura impresionante, sino también un paradigma de sostenibilidad y reutilización en la arquitectura contemporánea. Con una superficie de 11,000 m², este pabellón aborda el concepto de "Entre Vidas" y simboliza la conexión y el ciclo de la vida a través del uso de madera CLT (Cross-Laminated Timber) en una disposición concéntrica, que no solo es estéticamente significativa, sino también estructuralmente innovadora.

El diseño del pabellón utiliza madera CLT en paneles de hasta 3 m × 12 m, dispuestos en una formación circular que refleja la idea del ciclo de la vida. CLT se ha convertido en un material esencial, pues permite transformar troncos de pequeño diámetro en delgadas láminas que se apilan para crear grandes paneles, maximizando el potencial de utilización de la madera. Este uso de la madera no solo respalda la temática del "ciclo de la vida", sino que también promueve una economía circular, ya que una parte de los paneles CLT se desmontará después de la exposición y será reutilizada en futuros proyectos arquitectónicos.

La estructura del pabellón está organizada en tres anillos concéntricos, donde se colocan las paredes estructurales de CLT, con una disposición escalonada que alterna las orientaciones en cada zona del anillo. Esta configuración no solo proporciona estabilidad sísmica y torsional, sino que también enfrenta los desafíos estructurales derivados de las discontinuidades en las planchas de los pisos debido al diseño de la exhibición. La combinación de la madera CLT con un sistema de marco de acero permite una flexibilidad máxima en el espacio expositivo, asegurando que el pabellón pueda albergar una amplia gama de actividades interactivas.

La sostenibilidad del pabellón es evidente no solo en el uso de CLT, sino también en su capacidad para ser desarmado y reutilizado. Los paneles CLT están diseñados para facilitar su desmontaje sin la necesidad de adhesivos ni perforaciones complicadas, utilizando tornillos estructurales y pernos ciegos para garantizar uniones precisas y libres de huecos. Esta metodología no solo simplifica la construcción, sino que también permite que los paneles sean reutilizados en otras obras arquitectónicas, lo que reduce significativamente los desechos de construcción.

El pabellón también destaca por su innovador sistema de cortina de vidrio estructural (GCW), donde el vidrio se une directamente a los paneles CLT sin marcos metálicos, lo que ofrece una solución estética y funcional única. Este diseño permite una flexibilidad ante las deformaciones naturales de la madera debido al viento y la humedad, garantizando al mismo tiempo una fuerte integración entre los materiales de construcción. Se realizaron pruebas de adhesión y resistencia para confirmar la viabilidad del uso del sellante en contacto directo con la madera, superando el reto de la compatibilidad entre ambos materiales.

El diseño del pabellón también tiene en cuenta la accesibilidad y la experiencia sensorial de los visitantes. Un corredor exterior cubierto por una pérgola rodea las áreas expositivas, permitiendo que la brisa marina entre en el edificio, lo que crea una conexión fluida entre el interior y el exterior. El espacio expositivo está dividido en diferentes ambientes que invitan a los visitantes a interactuar con las exhibiciones de maneras diversas: un atrio luminoso con luz natural, una sala iluminada con tragaluces que resalta la textura de la madera CLT, y un área oscura con un techo bajo que enfoca la atención en las exhibiciones.

Simbolizando la conexión entre la vida y el reciclaje, el pabellón incorpora una planta de biogás en su interior, donde los desechos orgánicos de la Expo se transforman en energía para el edificio. Esta planta se ubica en la planta baja, mientras que las áreas expositivas se encuentran en el segundo piso, permitiendo a los visitantes observar el proceso de conversión de los desechos en energía, integrando así la sostenibilidad dentro de la experiencia expositiva.

El pabellón se encuentra en un terreno recuperado, lo que requirió un enfoque innovador en el diseño de la fundación. Se utilizó un sistema de cimentación flotante con vigas de acero en trusses, que distribuyen de manera equitativa las cargas axiales sobre el terreno. Este sistema no solo mitiga el riesgo de asentamientos desiguales, sino que también permite ajustes durante la construcción para asegurar la estabilidad del edificio.

El Pabellón de Japón en la Expo 2025 de Osaka es un claro ejemplo de cómo la arquitectura puede integrar innovaciones tecnológicas y materiales sostenibles para abordar temas fundamentales como el ciclo de la vida y la economía circular. A través del uso del CLT (Cross-Laminated Timber), este pabellón no solo demuestra el potencial de la madera como material versátil y respetuoso con el medio ambiente, sino que también subraya la importancia de la reutilización de los recursos en la construcción. Además, la interconexión entre la estructura y el diseño expositivo, junto con un enfoque inclusivo en cuanto a accesibilidad, crea una experiencia sensorial única para los visitantes.
Entrada creada por: Grupo Gubia
Fuentes: archdaily / © Nikken Sekkei nendo
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